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El “lado oscuro de la fuerza”, la escena de la cueva.
El lado oscuro, el “Darth Vader” que tú también llevas dentro y al que en algún momento tienes que enfrentar, usualmente es quien te completa y te hace tomar consciencia de que, así como eres luz, también existe oscuridad en tu interior.
Basta con observar a nuestro alrededor para darnos cuenta de la oscuridad que ha imperado en la humanidad desde hace cientos de años hasta nuestros días, donde, por cierto, cada uno de nosotros es parte de esta humanidad y de esta oscuridad imperante también, así como de su luz.
Intrigante -y muy gráfico- es aquello que se nos muestra en el Episodio V de la saga “La Guerra de Las Galaxias” de George Lucas (El Imperio Contra-ataca, 1980), cuando el joven aprendiz de Jedi, Luke Skywalker, ingresa a una siniestra cueva. Al cuestionar a Yoda sobre aquel lúgubre lugar, el sabio Maestro Jedi asegura que se trata de un lugar dominado por el Lado Oscuro de la Fuerza, pero aún así, el joven aprendiz debe entrar.
Pese a que su Maestro insiste en que no necesitará armas, el joven Jedi toma su sable láser para enfrentar el desafío. Una vez en el interior, Luke es sorprendido por la escalofriante silueta de Darth Vader, quien lo ataca ferozmente. El Jedi responde y contra-ataca, derribando a su enemigo de un duro impacto. Una vez en el suelo, el casco de Vader se quiebra y revela el rostro de Luke en su interior.
Aunque la escena del film es magnífica, no lo es menos el diálogo previo, el cual resulta altamente revelador:
– Aquí hay algo extraño. Siento frío. Muerte (Luke).
– Ese lugar es más poderoso con el lado oscuro de la Fuerza. Es propiedad del mal. Entrar en él debes (Yoda).
– ¿Qué hay dentro? (Luke)
– Sólo lo que lleves contigo (Yoda).
¿Por qué el Maestro Yoda señala a Luke que encontrará en ese lugar poderoso -en el que se verá enfrentado con el lado oscuro de la Fuerza-, solamente “lo que lleves contigo”? ¿Por qué cuando el casco de Vader se quiebra revela el rostro de Luke en su interior? Comprendo que para algunas personas pueda parecer nada más que un filme de ficción, pero si esta escena resuena en tanta gente, ¿qué es lo que puede estar indicándonos? ¿Hacia dónde apunta? ¿Qué quiere que observemos en nosotros mismos?
“Solo lo que lleves contigo” (Yoda).

¿Contra quién se estaba enfrentando en realidad el joven Jedi en esa cueva dominada por el lado oscuro? “Una vez en el suelo, el casco de Darth Vader se quiebra y revela el rostro de Luke en su interior”. La respuesta es bastante evidente: Contra él mismo, o mejor expresado, contra ciertas facetas de su personalidad ocultas para sí mismo: Su propia oscuridad, sus demonios, sus odios, sus temores, su ira, sus deseos de venganza, etc. Es decir, el joven Jedi se estaba enfrentando a su propia «oscuridad».
El inconveniente en tu vida cotidiana es que no cuentas con el acceso a esa cueva ni con la asesoría del Maestro Yoda. Pero en cambio, la vida te ofrece sus propios mecanismos de aprendizaje y de toma de consciencia de ese “lado oscuro” que también habita en ti, siempre y cuando estés dispuesto(a) a conocerte en mayor profundidad. ¿Estás tú dispuesto(a) a ingresar a esa cueva para enfrentarte con aquello que no quieres ver ni aceptar de ti mismo, de ti misma?
¿Cielo o infierno?
Una dificultad importante para ver aquellas cosas que niegas en ti mismo(a), es que culturalmente se nos ha instruido que debemos “ser buenos” y, ojalá “Santos”. En cambio, si eres “malo” te vas al “infierno”. Entonces, ¿hay alguien realmente interesado en hablar o en reconocer su propio “lado oscuro”? Seguramente no, y nos podemos pasar la vida “fantaseando sobre la luz”, como señalaba Carl Gustav Jung, en vez de tomar consciencia de qué es lo que se esconde en nuestro interior, en esa faceta sombría que también nos conforma.

Esta labor de reconocimiento de tu propia oscuridad es quizás la más importante que puedas hacer en tu vida, ni más ni menos. Hasta que cada uno haya realizado su labor de autoconocimiento y de perdón hacia sí mismo y los demás, es incoherente pedir cambios a la humanidad, cambios que no eres capaz de ver que debes efectuar en tu interior.
Pero la vida es inmensamente sabia y se nos despliega como un espejo, toda vez que seamos capaces de observarnos en ese espejo, como nos invita por ejemplo la práctica del Ho’oponopono o de «Un Curso de Milagros», para «limpiarnos» de nuestra «oscuridad», para realmente cambiar y transformarnos en personas conscientes de que algo oscuro puede estar siendo traído a la vida, a nuestro planeta, a través nuestro, pero que podemos cambiar.
En la vida diaria, esto se traduce en que puedes tomar consciencia de tu lado oscuro (así como de tu luz) a través de la interacción con los demás. Quizás es por esto que en “Un Curso de Milagros” se nos indica: “Date cuenta de que tienes que estarle agradecido a tu hermano, pues te ha dado una oportunidad de liberarte a ti mismo, y por lo tanto es tu salvador”.
Las palabras del Maestro Yoda son muy sabias:
– ¿Qué hay dentro? (Luke)
– Sólo lo que lleves contigo (Yoda).
En otras palabras, ¿qué me ocurrirá y a qué me enfrentaré en la vida? “Sólo a lo que lleves contigo”.
Robert Yasuda, PhD.